La alimentación saludable y ecológica, el bienestar animal y la responsabilidad social de las empresas, son temas que interesan a los nuevos consumidores, que cada vez son más conscientes y exigentes de la importancia de la repercusión de ésta en su salud.
Se la gran demanda de productos frescos naturales y ecológicos que hay en la actualidad, se prevé que en los próximos años crecerá de manera exponencial la venta de productos locales y naturales. Las empresas agroalimentarias lo saben y manejan ésta nueva tendencia para crear sus futuras propuestas alimentarias, ayudándose para su comunicación con su poderosa arma, llamada marqueting. El consumidor quiere sorprenderse, innovar y sobre todas las cosas, quiere comer sano.
Es aquí donde aparece, la carne de ganado de lidia, antigua como nuestro país, pero a la vez una gran desconocida para el público en general, si excluimos lugares donde habitualmente se consumen o bien es un clásico el “rabo (cola) de toro”.
Es una carne excelente, saludable, rica en proteínas de alta calidad, sin grasas y ecológica. Además tiene un plus; no es cara (quizás ahí radique su problema, pensando que todo lo económico es de baja calidad) Si bien es verdad que a veces puede resultar un poco más dura porque los toros lidiados en una corrida tienen entre tres y cuatro años, (éstas requieren un poco de reposo o maceración para apreciar su calidad) cuando es carne de una novilla de dos años, su carne es tierna y sabrosa. Hay que apuntar un dato importante, que no todo el ganado de lidia que va al matadero es ganado lidiado o que ha participado en algún festejo taurino.
Las características genéticas y el manejo, a nivel de alimentación y forma de explotación del ganado bravo, le confiere a la carne sus características diferenciales, características que hay que difundir y divulgar para que el consumidor español conozca su existencia, puntos de venta, beneficios de la salubridad del producto y su forma de cocinar, macerar, elaborar…
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